¿Qué harías si el famoso Mercado de la Boquería tocase a tu puerta pidiendo tus servicios? Este fue el supuesto al que se enfrentaron los estudiantes de ‘Gestión del Diseño’ en su segunda prueba del curso 21/22.
El reto encargado era aportar una solución creativa, diferenciadora, efectiva y visible para garantizar la continuidad de la actividad del mercado tras la pandemia. El objetivo principal era captar a un público joven tras los cambios de los hábitos de compra vividos durante el confinamiento. La estudiante Vanesa Cervera planteó un proyecto de Diseño Disruptivo combinando el pensamiento sistémico con el pensamiento de diseño, es decir, uniendo la inteligencia artificial con la interacción humana. Para ello apostó por la creación de una estructura situada encima de la Boquería donde cultivar vegetales y hortalizas. Con esta ‘Boquería 5.0’ los clientes podrían solicitar sus productos por una APP que les llegaría directamente de la zona de cultivo por medio de un sistema robotizado hasta diferentes puntos del mercado.